El gobierno municipal de Palma rechaza cualquier rebaja de impuestos para relanzar la economía

El gobierno de socialistas, nacionalistas y populistas de Unidas Podemos (UP) del Ayuntamiento de Palma rechaza la rebaja en los principales impuestos municipales de cara a 2022.

Con motivo de la segunda jornada del debate sobre el estado de la ciudad, que acabó este mediodía, el equipo de gobierno votó en contra de diversas propuestas presentadas por las formaciones de la oposición (PP, Vox y Cs) en la que se instaba a establecer bonificaciones en toda una serie de tributos. 

Desde Vox se proponía una reducción del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) del 35 % a todas las empresas que tengan proyectos inmobiliarios iniciados y sin final de obra. En el de construcciones, instalaciones y obras, una bajada del tipo general al 3 %, actualmente está en el tipo máximo permitido; en el de licencias de obras, un 25% de descuento del coste actual y en la contribución urbana (IBI)  a fin de favorecer la inversión en inmuebles, del 50% durante los cinco años posteriores a la compra.

Tras anunciar en su discurso el alcalde de Palma, José Hila, la congelación de los mismos, el gobierno municipal rechazó rebajar su  importe actual.

El PP de Palma lamentó en un comunicado, esta negativa del equipo de gobierno a mejorar la progresividad del sistema tributario local estableciendo, o ampliando, beneficios fiscales municipales para autónomos y Pymes. 

Fue una de las notas destacadas de una sesión en la que se debatieron 38 propuestas de resolución, 20 de ellas presentadas por el equipo de gobierno. 

Entre otras iniciativas aprobadas destaca el compromiso de impulsar acciones para que en Palma no haya ningún hogar sin cobertura en educación preescolar (fase de 0 a 3 años) sea mediante guarderías o mediante ayudas (presentada por el concejal no adscrito, Pep Lluís Bauzà); promover anualmente la oferta pública de trabajo en bomberos y Policía Local o consolidar la policía de barrio a propuesta del equipo de gobierno. 

También salieron adelante iniciativas como la de habilitar más puntos de recarga de la tarjeta ciudadana, agilizar al máximo la tramitación de licencias de obras para construir viviendas, seguir mejorando la limpieza con agua a todos los barrios, ampliar los puntos de carga eléctrica a los aparcamientos de SMAP o solicitar la colaboración del IBAVI para hacer posible el desmantelamiento de Son Banya. 

A la conclusión de la sesión, el Grupo municipal de Ciudadanos (Cs), hizo público un comunicado en el que su portavoz municipal, la edil Eva Pomar, denunció la «deriva radical» del alcalde Hila al abrazar las políticas intervencionistas en materia de vivienda.

Desde Cs criticaron el voto en contra de la enmienda presentada por esta formación en la que se solicitaba la bajada del IBI para fomentar la salida de viviendas al mercado del alquiler, así como no subir el IBI a las viviendas vacías.  

«Ayer el alcalde nos dio un discurso sobre futuribles, y nosotros creemos que no se puede hablar de futuro, si ni siquiera se garantiza el acceso a la vivienda en nuestra ciudad», manifestó Pomar, que aseguró que «el intervencionismo en el mercado de la vivienda ha fracasado en Berlín, Estocolmo y Nueva York, y lo hará en Palma».  

Pomar defendió que «frente al intervencionismo radical, proponemos medidas liberales como son los programas de captación de pisos, bonificaciones al IRPF para arrendadores o trasladar los gastos de gestión inmobiliaria al arrendador».